sábado, 7 de julio de 2007

Breve intento por ser en ti lo que otro es capaz de ser

Aun recuerdo las frases del pasado y se debe a dos cosas; la primera es bastante obvia, y es que siento que los recuerdos aun tienen mucho por decir. Esta especie de auto publicación es algo que todos mis escritos esperaban y rogaban desde algún rincón virtual, camuflados entre incomprensibles ceros y unos. El segundo motivo es aun más obvio, no he escrito hace mucho tiempo, y la sola pregunta de por qué es una buena excusa para comenzar de nuevo.
Este texto también pertenece a la recopilación "cuerpos celestes" y los relata un sensualista que se perdió por allá por el 2002 y que esta buscando volver a nacer.


Hablemos de las cosas que el cuerpo omite,
contemos aquello que los celestiales enviados dejan de relatar,
miremos sin envidia las emociones que nuestros poros nos entregan,
y disfrutemos la balada de aromático amor que se pega en los paladares.

Yo estuve,
declaro haber estado y haber visto,
haber reconocido y tragado aquellos besos que en territorio ajeno se entregaron a la próxima boca,
declarando el amor que alguna vez sintieron y se supone no es más.

Deseo ser parte,
deseo posar la punta de mi alma sobre tus pupilas impresionadas,
deseo, sé que deseo.

Quiero ver mi vida en el centro de tus labios
quiero redescubrir el mundo en pos de tu voz auto-revelada.
Sí, quiero, sé que quiero.

Siento poder tomar el lugar del bien amado,
siento la fuerza de quien está donde la piel es por fin lo que siempre quiso,
declarando el maravilloso grito: sé que siento.

Mis impulsos diluyen los intentos del roce en su frenético afán por ser,
por ser de ti,
por ser para ti,
por ser en ti.

Aun quedamos personas que se impresionan con lo espectacularmente sencillo.

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